La difusa imagen,
y los ecos que parten.
Las noches volverán a ser,
aquellas sombras que no quería ver,
aquellos gritos que desgarran almas,
es esta soledad que no esperé ver jamás.
Ella se fue sin remordimiento,
y yo, yo la liberé de este triste encantamiento,
solo y con mil lágrimas al viento, me preparo para este largo, casi eterno invierno.
Soñar es tan mal hábito,
porque el sueño y la ilusión,
te hacen terminar con algo muerto,
o quizá te hacen hasta perder la razón.
martes, 25 de mayo de 2010
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