El tercer estado de la mente

sábado, 8 de mayo de 2010

RUIDOS FRENESI


HERMANA CANNABINOIDE

Muéstrame como puedo entrar en tu viaje, en tu atmósfera, en el estado terrenal de las cosas.

Nútreme de placer y buenas indulgencias, lléname de confines precisos y sumérgeme en el mar de tu corazón.

Oblígame a ser tu ángel con palabras natas, verídicas, implícitas.

Piérdeme solo en tus sueños, tan solo en tus sueños.

¿Cómo puedo hacerte entender que eres tan suave, tan dulce, tan bella como el cielo?

Señorita misterio, bocanadas de verdoso color, hipnotízame, ilumina las órbitas de mis ojos de un rojo amanecer, movámonos al sentimiento de la fina sensación de extasiarme en mantos sintéticos y campos de purificación, tu me haces sentir que soy libre otra vez.

Hermana cannabis, las gracias te doy por ser mi guía en el camino de la aberración.

No me importa si los días tengo que contar para que decida encontrar una luz en el final de las cosas que me das.

Nuevamente volveré conectado al umbral de nuestra humilde vejación un suspiro y un adiós, triste y verde alma del placer…

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